Imponente y delicada, esta majestuosa corona fúnebre está compuesta por 60 rosas amarillas y 60 rosas blancas, símbolo de respeto, amor eterno y luz en el recuerdo. Se complementa con hortensias frescas, que aportan volumen y suavidad a la composición, y una cuidada selección de follajes finos, que enmarcan la floración con elegancia y sobriedad.
Montada sobre un resistente parante de fierro, esta corona tiene una altura total de 1.80 metros, lo que la convierte en una pieza de gran presencia y solemnidad, ideal para expresar condolencias con distinción y profundidad.
Perfecta para rendir un homenaje sentido y lleno de luz a ese ser querido que ha partido.